miércoles, 30 de octubre de 2013

Empecemos desde el principio

Hoy era un día importante para José María Peralta. Ya había terminado su carrera y hoy se graduaba, para obtener así su título como arqueólogo profesional. Habían pasado 3 años. 3  de los cuales que no se olvidaría jamás. Sus compañeros de estudios, las practicas que hizo en Pompeya, el misterio de los calcos y ese mismo día hacia tres años desde que conoció a Popea, su novia.

Cada vez que pensaba en ella, su pelo pelirojo y sus ojos verdes...

-¡Chema, cuidado!- dijo Popea. - Por una vez que te dejo conducir ¿Podrías poner atención en lo que haces?

-Perdón estaba pensado en una cosa importante- dijo él.

-¿En que estabas pensando? ¿Tal vez en el discurso?- preguntó ella sonriendo, aunque ella sabía que no era así.

-Si, lo estaba memorizando.- mintió.- Yá hemos llegado. Bienvenida a mi facultad.

Popea miró la enorme construcción. Se notaba que era antigüa pero era una bella edificación.

-Bueno me voy hacia la parte delantera, esto empezará dentro de unos minutos, supongo.-dijo Chema y despidiendose de Popea le dio un beso.- Nos vemos al final de la ceremonia.

Popea estaba admirando el hermoso edificio cuando una mujer le interumpió:

- Hola, ¿Tú eres Popea Pazzi?- Dijo la señora mirándola minuciosamente.

- Sí, ¿le conosco?- preguntó alzando la voz, ya que había empezado la ceremonia.

- ¡Ay querida! ¿Como estas? Soy la madre de Jóse María Peralta Linares, tu novio. ¡Encantada!- exclamó la señora linares- Me llamo Margarita.

-Encantada señora Linares, me llamo Pope...

- Ya hija, ya se como te llamas. Eres mucho mas guapa de lo que yo había pensado.- Enfatizó.

En este punto de la conversación se tuvo que callar, ya que estaban empezando a dar los diplomas.

Cuando le tocó a Chema, tuvo que dar un pequeño discurso, pero Popea no estaba demasiado pendiente, puesto que Margarita no paró de hablar hasta que finalizó la ceremonia.

-¿Que tal? ¿Os ha gustado mi pequeño discurso?- preguntó Chema, esperando con ansias una respuesta.

Pero esta fue interumpida por dos voces muy peculiares. Chema miró hacia el frente y pudo ver las caras de sus amigos.

- ¡Hombre, mirad, es el mejor arqueólogo del mundo!- Exclamó Manuel Rendón.

- ¡Que pasa, chaval, me alegro verte!- Y ambos se fundieron en un fuerte abrazo.

- No te preocupes- dijo una voz detrás de Popea. - No siempre están así, me llamo Candela, Candela Cáceres- Dijo una mujer con una sonrisa.

- Encantada, soy Popea Pazzi, la novia de Chema.- dijo ella.

- Popea, mira estos son mis amigos de toda la vida, Candela y Manuel.- dijo Chema.

-Enacantado de conocerte, soy Manuel y tu por lo que tengo entendido eres... ¿Popea?- preguntó indeciso.

-Si, es una nombre típico de Pompeya.- informó Pop.

-Bueno, ¡Vamos a celebarlo!- dijo Chema lleno de entusiasmo.


*                                        *                                       *


-¿Que tal te lo has pasado esta noche?- habló al fin Chema.

-No ha estado mal...- comentó Pop

En realidad ella no había disfrutado esa noche entre amigos. Se había sentido un poco apartada y sola, ya que Chema solo le echaba cuenta a ellos..

-Hemos llegado- dijo el- ¿Te pasa algo? Estas rara, no se un poco ¿distrida?

- No, es que estoy cansada... - mintió ella.

Chema reflexiono, nunca le había visto tan tímida. Normalmente solía ser muy extrovertída. ¿Estaría haciendo algo mal? Al día siguiente se dedicó única y exclusivamente a ella. Por la mañana le llevó un exquisito desayuno a la cama. Tras un beso apasionado, decidieron ir al cine. Fue un mañana expléndida. Por la tarde Chema decidió organizarle una sorpresa. Le costaría trabajo, pero la haría muy feliz.

Esa misma noche durmieron plácidamente. Al alba, Chema se despertó. No debería perder ni un segundo, tras la casa donde el vivía, habían unos pequeños montes y tras ellos una llanura llena de tulipanes de diversos colores. Tenía que trabajar en aquellos extensos campos de color.

Tuvo que idearselas para poder usar el cortacesped. Cogió dos alargaderas (una de cincuenta metros y otra de un kilómetro) pidió permiso para enchufarla a la casa mas cercana y así poder poner el aparato en marcha. Intentó asemejar varios corazones, de manera que desde el cielo se pudieran diferenciar lo que eran.

Esto le llevó toda la mañana, por lo que Popea estuvo sola. Ella se creía que estaba con sus amigos así que en cuanto Chema entró por la puerta de su casa a las tres de la tarde, Pop no se penso ni por un segundo el dirigirle la palabra.

Al día siguinte Chema decició decirle lo que había estado haciendo.

- Pop, cielo, tengo que hablar contigo...-

- No tengo tiempo, pero a lo mejor tus amigos si.- aclaró ella.

-¿Pero que estás diciendo? Yo te quiero a tí, no a ellos. Bueno, no los quiero de la misma manera.- dijo intentando abrazarla.

-Dime que quieres, no tengo todo el día- respondió ella secamente.

-Tapate los ojos por favor.-le pidió

-No me vengas con trolas que no estoy de humor...- dijo ella aunque se los tapó.

-Sigueme, confía en mi...-

Al rato llegaron a una llanura pero distinta de la que Chema había estado trabajando. Había un Helicoptero.

-Sube, ya te puedes quitar la venda.- musito él.

Chema y el piloto lo tenian todo hablado y este ya sabía a donde tenía que llevarles. 

-Ponte al lado de una ventana, yo me pondré a tu lado.- se susurró al oido.

Una vez sobrevolando la pradera de tulipanes Chema le indicó que mirara por la ventana. Popea no se pudo creer lo que estaba viendo. Un campo con tulipanes, en el que se veían formas de corazones y sus nombres.

-¡Oh Chema...!-suspiró.

-No estuve con mis amigos, lo estuve preparando todo para hoy. - le dijo.- Pero espera, todavía queda mas.

Al llegar a Tierra, Popea se encontró con un romantico picnic.

-Me encanta...-

-Ya lo se.- dijo él - Yo sabia que te gustaría, ¿Entonces me perdonas?-

-¡Claro que si!- exclamó ella dendole un beso y fusionandose con él en un beso.

-¡Venga cenemos!

 *                                          *                                       *


-Terminaremos con el postre ¿no?. Tengo ganas de algo dulce. - sugirióPopea.

-Antes de eso - dijo Chema sacando una cajita. - Me gustaría hacerte una pregunta muy importante... ¿Te quieres casar conmigo?

Esto le había cogido por sorpresa Popea, pero pensó algo repentino, acordandose de aquella vez que Chema le engañó para que le diera un beso y decició hacer ella lo mismo.

-¿Pop?- preguntó el preocupado viendo que ella estaba empezando a toser.- ¡Pop!

La tumbó y le hizo el boca a boca y ella le devolvió el beso. Viendo el de que se trataba se destensó.

-Pensé que te estabas asfixiando.-dijo el preocupado.

-Ya sabes lo que sentí yó aquel día cuando simulastes tener asma. Perder a la persona a la que amas, ese sentimiento... ¿Es duro verdad? No quiero que ninguno de los dos tengamos que experimentarlo más. Por cierto, antes me has preguntado una cosa...-  respondió misteriosa - ¡Si quiero!- exclamó mientras se lanzaba sobre él.



*                                             *                                         *


-Elena y Martina daos prisa que ya llegamos tarde al colegio y papi y yo tienemos prisa.-

-Ya vamos mami, es que la hemana no me deja...-Dijo resignación Elena

-Es que esto de tener una hermana gemela... no me gusta tener una copia de mi misma.- Porfió Martina.

 -Venga, espero que eso lo dijais ahora con 7 años y con 15 veais lo bonito que es tener una hermana.- dijo el padre con resignación- Oye por cierto- le dijo a su mujer al oido- hoy es nuestro aniversario, llevamos 8 años casados- musito en el oido de su esposa y dandole un suave beso en el cuello.

-Si, ¿Te acuerdas de aquella vez en la que me dijiste "empecemos desde el principio"? Pues me encantó el principio y el cuento que va desarrollandose Chema, te quiero.

- Y yo a ti Pop, con locura- dijo el con el sentimiento de aquella vez que le besó a conciencia.



FIN


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