BLOG DE CONTINUACIONES DE LOS LIBROS. 'AXOLOTL'
Eran las dos de la madrugada cuando desperté sobresaltado en mi habitación, recordando aquella mañana de primavera en la que opté por visitar un acuario en la ciudad de París y mi vida cambió para siempre. De eso hace ya demasiado tiempo, unos treinta años desde que aquel vigilante me despertó del sueño que tuve delante de aquellas hermosas criaturas, tanto me embrujaron que creí haberme convertido en uno de ellos a través de su mirada. A partir de aquel momento supe que mi destino estaba relacionado con los axolotl, y que dedicaría el resto de mi vida a ellos.
Por ese entonces era demasiado joven para lanzarme a la aventura, sin mencionar la desaprobación de mis padres cuando les dije que quería dedicarme al estudio de estas criaturas a la edad de catorce años. Pero pasó el tiempo y fui creciendo y transformándome en un joven ambicioso, así que en cuanto terminé mi Doctorado en Biología Marina decidí independizarme, vivir por mí mismo alejado de los lujos de la casa parisina de mis padres y probar suerte en México, hábitat natural de los axolotl.
Cuando llegué a tierras mexicanas lo primero que hice fue instalarme en una pequeña casita situada en un lago próximo a la ciudad de México, alejado del mundo que conocía hasta el momento y listo para estudiar de cerca a los axolotl.
A la semana de vivir allí, una noche de luna llena, ocurrió algo que me llamó bastante la atención. Terminaba de leer un libro de mitología azteca, entonces me asomé a la ventana para contemplar el lago antes de dormir, como solía hacer a diario, lo que me sorprendió fue una señora que merodeaba por el embarcadero hablando sola, o eso parecía.
Tan rápido como pude, agarré el primer abrigo que encontré junto a la puerta y salí en busca de la anciana; en cuanto me vio aligeró el paso intentando escabullirse, pero entonces le pregunté que con quién estaba hablando, a lo que respondió que hablaba con los pequeños seres que habitaban el lago. Rápidamente supe que se refería a los axolotl y yo quería saber todo acerca de ellos.
Me contó que una noche unos pescadores se adentraron en el lago y jamás nadie supo más de ellos, excepto la señora Anastasia que no podía olvidar a su hijo perdido y cada noche esperaba ante el embarcadero a que algo sucediera, y así fue. Una de esas noches el agua comenzó a ponerse algo turbia y emergió desde las profundidades un axolotl, pero éste era diferente a todos los que se habían visto por el lugar, era capaz de comunicarse con ella, era su propio hijo.
Quedé totalmente trastornado al oír esto, pero había más, mucho más, los axolotl habían evolucionado de manera increíble durante un par de décadas, hasta el punto de tener su propio universo marino en lo más profundo del lago.
Obviamente nadie puede saber nada de esto o me tomarían por loco, por lo pronto aquella noche seguí durmiendo y a la mañana siguiente comenzaría a escribir esta historia.
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