Han pasado ya muchos años desde aquel viaje que hice con el
profesor y con Hans. También han ocurrido muchas cosas desde aquel día. Grauben y yo hemos tenido tres hijos, dos
chicos. Alex, es el mayor de los tres, tiene 14 años, es moreno de ojos azules
y piel blanquecina, no estudia lo suficiente pero le gusta jugar a la pelota en
un descampado que hay a cien metros de donde vivimos. Otto es el mediano, tiene
siete años, se esmera bastante en los estudios y según Grauben tiene cierto parecido al a mi tío además del nombre que elegimos en su
honor, le fascinan las matemáticas, de mayor le gustaría ser científico. Anna
es la pequeña de la familia, tiene dos añitos y ha heredado los ojos de su
madre, ya sabe andar y solo hace dar vueltas por toda la casa.
En los últimos meses había una serie de preguntas que me
inquietaban, después de a ver leído un manuscrito escrito por mi tío, en el
narraba diferentes historias y dejaba constancias de sus investigaciones,
descubrimientos científicos y enigmas
que preocupan en la comunidad científica,
entre las muchas incógnitas y cuestiones
sin resolver , me llamo especialmente la atención ¿ cómo se había formado la
bola de fuego , que durante nuestra aventura fue capaz de descontrolar la brújula y que me hizo pensar en la parte
oscura del centro de la tierra.
Cierto día decidí ir a la universidad más culta de aquel
entonces, la universidad de Utrecht, una universidad neerlandesa situada en
Utrecht, en los Países Bajos; a contar la anécdota del disco de fuego, y
compartir las posibles respuestas con los alumnos que estudiaran geología. Además consulte con un
amigo profesor de esa universidad el señor Louis Verm.
Me recibió con un cálido abrazo y estuvimos charlando de
camino a la universidad.
-¿Qué tal, Axel, amigo mío? – pregunto amigablemente.-
-Pues he venido a hacerte una propuesta, que te
parece si le cuento a tus alumnos una anécdota que me pasó en un viaje que hice
al centro de la Tierra y a ver si me
ayudan a resolver una incógnita y poder llegar
a la resolución académica que la
explique-.
-De acuerdo.- dijo, seguidamente pusimos rumbo a la universidad
no había tiempo que perder.
Una vez allí; frente a los alumnos de aquella prestigiosa
escuela les conté todo lo que pasó en aquel viaje detalladamente y después les
hice la pregunta que tanto me inquietaba.
-¿Cómo creéis que se había formado el disco de
fuego?.- Al instante un alumno regordete y
con cara de pocos amigos me indica que quiere dar su respuesta.-
-
Y bien amigo adelante.-
-Señor Axel , yo creo que el disco de fuego fue
provocado por la gran presión que debe haber en la altitud de más cercanía al
centro de la tierra. Mi respuesta la basa en que debía ascender de dentro hacia
fuera donde estaba sometido la presión provocada por el magnetismo que giraba a tal
velocidad que parecía un disco de fuego en llamas.-
-Todos los allí presente nos aplaudimos ante el
razonamiento de aquel chaval que nos sorprendió enormemente, y que con tan
corta edad poseía ya capacidad y conocimiento suficiente para respondernos con
tanta facilidad.-
-¿Cómo te llamas chaval?.-
- Francis Saknussemm.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario