Lo he decidido. Haré de esta carta una especie de mini-diario para explicarte todo lo que he visto. De momento, he alquilado una habitación y voy a dormir todo lo que queda de día. El cambio horario es demasiado duro.
Un nuevo día. Para desayunar, me han servido huevos con tostadas y demasiadas salchichas para mi gusto, pero da igual. Nada me va a quitar el buen ánimo que tanto me ha costado conseguir. Tengo pensado visitar todas las zonas turísticas que pueda antes de que caiga la noche. Y a qué otro lugar voy a ir que no sea la ópera.
¡Es increíble! Deberías verlo con tus propios ojos, Betsy. La ópera es preciosa desde fuera, y en el interior es todavía mas bella. No habría sido mala idea haber hecho la tesis sobre este lugar. Bueno, suficiente ópera por ahora.
No me había fijado, pero el puente es igual de bello. Puede que sólo sea un amasijo de hierros, pero tiene algo especial. Además, me encanta el olor a mar del puerto.
He tenido que comprar otro cuadernito porque me quedaba sin hojas en el antiguo. La gente parece muy simpática en esta ciudad. Me sorprendió que la dependienta, una mujer ya mayor, comenzara a hablar inglés. Hasta el momento no les prestaba mucha atención y creía que hablaban australiano. Cada día se aprende algo nuevo.
Hoy iré a visitar los museos más importantes. Según el aeropuerto, mañana deberían de tener un avión listo. No me lo creo, pero la fe es lo último que se pierde. Próxima parada: el museo australiano.
No se que le ven a estas obras. Algunas me dan miedo. Por ejemplo, hay un esqueleto de un caballo y encima, uno de un humano. También he visto una colección de mariposas encerradas en un expositor de cristal. ¿No sería mas bello dejarlas libres? Aunque, la que más me ha impactado
He estado en ese museo más de lo que debería. Aquí atardece muy temprano en comparación a España. Me es difícil levantarme antes de las 7.
Me han comentado que mañana sí que tendrán el avión listo. El mismo cuento de ayer. Hoy, al menos, me han dejado escoger el desayuno, creo que porque es sábado. Me he tomado unas tostadas con mermelada. Las echaba de menos. Hoy voy a acompañar a un grupo de turistas a dar una vuelta por la ciudad en general. Creo que vamos a visitar otra vez el museo y la ópera, pero da igual.
En efecto, hemos hecho el mismo recorrido que yo ya hice. Aun así, siempre es bonito ver la ópera.
¡Al fin! Ya estoy de camino a casa. Antes me he parado en una tienda de recuerdos y te he comprado una miniatura de la ópera. Quiero que veas lo bonita que es.
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