miércoles, 4 de diciembre de 2013

LOS TRES MOSQUETEROS


    Pocos días después, y siendo ya d'Artagnan teniente de los mosqueteros, le llegó la noticia de que el Señor Bonancieux no había regresado a su casa desde la semana anterior.

    Decidió ir a investigar lo sucedido. Preguntó a todos sus vecinos, pero ninguno le pudo aportar idea alguna sobre su paradero. Cuando el joven iba de vuelta a casa, se encontró con una anciana que se hospedaba en la posada de Bonancieux.

  - Buena mujer, ¿sabría decirme dónde está el casero?

  - La verdad es que no lo sé. Salió hará una semana para hablar con el cardenal y aún no ha regresado- respondió la señora.

  - ¡Ajá! ¡Así que el pobre hombre fue a hablar con Richelieu! De ésta, seguro, no saldrá bien parado. Gracias por la información y disculpe las molestias que le haya podido causar.

    D'Artagnan montó en su caballo y se dirigió a casa de Athos. Allí estaban Porthos y Aramis, a quienes les contó lo que había descubierto.

  - ¡Seguro que el cardenal lo ha metido en prisión!- exclamó Porthos.

  - No debemos sacar conclusiones precipitadas. Aún no conocemos, ni siquiera, la causa por la que Bonancieux fue a ver a Su Eminencia- respondió Athos.

  - Pero ¡lo vamos a averiguar! Quizás, mi casero no sea la persona más agradable del mundo, sin embargo, no puedo dejar que muera o pesará, para siempre, sobre mi conciencia.

     Después de descansar y tomar unos tragos de vino, los mosqueteros se dirigieron a hacer una visita al cardenal. Aunque parezca extraño, fue como si les estuviera esperando. Durante un buen rato, intentaron que Su Eminencia les dijera algo sobre el paradero de Bonancieux, pero fue en vano.

    Los cuatro amigos descubrieron que, por una vez y por muy raro que pareciese, Richelieu no tenía nada que ver con el suceso. Era cierto que el casero había acudido a hablar con él, pero, poco tiempo después, había abandonado el palacio.

    D'Artagnan hizo todo lo posible para encontrar al Sr. Bonancieux, aunque no lo logró. Unos piensan que el cardenal mintió, otros que fue a buscar a su esposa desaparecida y otros que, incluso, había huido del país porque tenía cierta marca en el hombro. Por desgracia, nunca lo podremos saber.

 


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